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Relacionan a la dieta occidental con problemas de atención

Ya sabemos que la llamada ’dieta occidental’ (aquella rica en carnes, lácteos y azúcares refinados, y baja en frutas y vegetales) no es de lo mejor para el medio ambiente: un famoso estudio de la FAO relaciona directamente a la industria de la carne con el 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero mundiales, y campañas como Lunes sin carne y vegetariano de lunes a viernes abogan por bajar el consumo de productos animales. 

Pero los problemas de este tipo de dieta no terminan aquí: al parecer, además de estar relacionada a graves condiciones de salud ésta se encuentra también asociada al llamado Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH, ADHD en inglés) en adolescentes.

Así lo señala un estudio del Telethon Institute for Child Health Research de la University of Western Australia, citado por Science Daily -vía Grist. 

El mismo analizó los hábitos alimenticios de 1800 adolescentes, y descubrió que aquellos que tenían una dieta occidental tenían el doble de riesgo de ser diagnosticados con TDAH. Más específicamente, esta condición se asoció a dietas con alto contenido de comidas preparadas, carnes procesadas, carnes rojas, lácteos altos en grasas, azúcar refinada y sodio. 

De acuerdo a declaraciones de los investigadores a Science Daily, el problema podría encontrarse en el bajo contenido de ácidos grasos Omega-3 en la dieta occidental, ya que este componente presenta beneficios para el correcto funcionamiento del cerebro. También en el hecho de que las comidas procesadas no tienen suficientes nutrientes y sí demasiados colorantes y aditivos. 

Como el estudio no siguió la trayectoria de los chicos durante toda su vida, sino que comparó la situación actual de los mismos, no es claro si es que una dieta de este tipo lleva al síndrome de falta de atención o si el TDAH lleva a una mala dieta. Sin embargo, la conexión de este tipo de alimentación con esta condición debería ser razón suficiente para hacerse preguntas y empezar a controlar mejor qué comen los chicos. Y, por qué no, también los grandes. 

Parece extraño que, mientras cada vez más estudios prueban que el alto consumo de productos animales es perjudicial para la salud, algunos propongan reemplazar las carnes tradicionales por insectos. ¿No hay ya demasiadas razones para disminuir la ingesta de derivados de animales? ¿Qué opinan? 

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